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Mostrando entradas de noviembre, 2008

CULTURA Y GLOBALIZACIÓN.

El trabajador de la cultura soporta con su cuerpo una tarea de Sísifo: abrir puentes allí donde proliferan los abismos de superficialidad. Tejer vínculos y esperanzas vitales entre personas y grupos sociales para poner solidaridad sobre la destrucción sistemática de lazos y espacios comunes que gesta en su inercia ciega el capitalismo. Infinita tarea. El individualismo y la oscuridad de cada indiferencia cotidiana son el territorio a ocupar en una lucha de violencias y marginaciones. El capitalismo destruye ocios, pensamientos e intercambios humanos, los reemplaza por una búsqueda compulsiva del objeto -definitivamente perdido, pero reencontrable en la oferta interminable de objetos-mercancía -. Esa búsqueda de reencuentro solo difiere la angustia hasta límite impensables y define la soledad por destino. Para el trabajo alienado no hay más sentido que el acto de compra, fugaz reencuentro con un deseo que escapa y prolifera en objetos inútiles. Para muchos, todo el trabajo de sus días n

EN HAMACAS DEL TIEMPO, VAN Y VUELVEN...

A Darío Santillán Y Maximiliano Kosteki. Ellos son dos sombras largas de atardecer, siluetas recortadas a contra luz en el final del anden. Sus rostros caen en sombras ante la oscuridad que sube, implacable, desde el este. Pero, allí en el último resplandor oro encajado entre las vías que fugan al oeste, son seres de ilusión, en esos momentos pueden darse la mano fuerte, el abrazo fuerte, darse el alma sin que ninguna estampida, ningún terror disuelva lo humanamente dado. Allí van y vienen las cosas en hamacas del tiempo, van y vuelven, parecen tocar el cielo, irse definitivamente, pero retornan una y otra vez.... Ahí esta el Estado fabricando mártires, el poder plantando policías como alambrados de púas. Escucho uno frase recortada en el aire, desde el bar de la estación: -Tengo que ir a trabajar y no me dejan - grita un señor por la radio 10. Hay que ir, aunque el tiempo se detenga en el lugar menos pensado, en el momento menos deseado. Como la muerte atravesando el umbral símbolo de

TINTA DE NOGAL...

-Texto del año 2004- Es lindo teclear las letras con los dedos manchados, parecen manchas de oxido como las que dejan las herramientas despues de mucho mucho tiempo sin usarlas, la verdad es que hace más o menos un año que no tenía asi el pulgar, el indice, el medio tan teñidos que uno puede dejar huellas con esta tinta extraña de que se desprende del envoltorio verde que preserva las nueces hasta el punto justo en que deben caer. Despues uno las ve a cada una con esas cicatrices únicas como lo son los senderos de las huellas digitales. Duros los cambios en la vida, el árbol esta casi seco, son tres años de la última vez que mi padre participo del ritual viendo la cosecha del nogal que planto como a un hijo en la puerta de la casa. Por momentos me parece verlo ahí cerquita sentado en la silla o parado sostenido en el andador, preocupado por que los nietos no se lastimen, - no pasa nada papá.... fueron un par de nueces en la cabeza del nene, pero es duro.. , la nena no tenía tres años

A OSVALDO SORIANO...

Una sombra ya pronto serás* A Osvaldo Soriano. -Texto del año 2004- Últimamente, no hago otra cosa que huir. Más bien, huir de la escritura caminando sin rumbo por las calles. Camino casi sin ver, sólo la belleza interrumpe por momentos mis pensamientos inconexos, veloces en llegar y partir, dejando apenas un sabor amargo en la boca. Me acuerdo de una novia, creo que fue la primera, ella tenía su diagnostico, decía que sin duda me faltaban muchas cosas. Pero que me sobraba ampliamente una: era -y es- un exceso de orgullo. Orgullo y tozudez un defecto mortal en la Argentina. Cuando termino de repetirme, de caminar las mismas cuadras, casi las mismas baldosas y tropezar con las mismas miradas vacías o lacerantes. Allí mismo busco refugio en el bar. Abro el cuaderno con los renglones vacíos o llenos de frases que no pueden hilarse, algunas insólitas e irrepetibles: "Un perro aúlla en esa cancha desierta de bochas, apenas habitada de brisas y siluetas de viejos que se fueron a juga

EN ALGÚN LUGAR...

En algún lugar* El hombre decide llamar a su amigo el gallego. Ayer, su amigo cumplió 50 años. -Ya somos cincuentones. Dice uno y los dos se ríen. El gallego es un hombre típico, común y corriente que no cree en ambigüedades. Para él las cosas son o no son. Después de los saludos. De asegurarse que los hijos están bien y creciendo. El hombre le cuenta su situación. Sin metáforas, le cuenta que por alguna cuestión se niega a buscar una nueva mujer para compartir momentos de cariño. El gallego lo anima. No lo deja seguir con la lista de lo que no tiene. La respuesta, un evidente destello de sabiduría, sorprende al hombre. -Salí a la calle: "En algún lugar alguien esta necesitando lo que vos podés ofrecerle"

ENIGMAS...

Siempre con esa sensación al despertar. La sensación de no haber encontrado. Quizá ni siquiera estar encaminado a reconocer mi lugar en el mundo. Lo que quiero. Puedo, necesito ser. Es lunes. Es el final de una terapia. O el final formal después de la cantidad de sesiones que paga la obra social por año. La psicóloga prefiere guardar sus certezas subjetivas y dejar flotando los enigmas. "No todo entra en una relación de pareja" -dice. Pregunto. Sigo sin entender después de su nueva explicación. A falta de respuestas vuelvo a leer mi libro de Rimbaud. El que leía a los 15 años. Los poemas de "iluminaciones". Vuelvo a buscar esa relación con lo inalcanzable que creo entrever de poema en poema. En los rostros de cada cual quedan los rastros de las guerras de las que venimos. Pero la guerra interna no cesa. Y están los que trasladan la guerra interna latente hacia afuera. Se actúan. Se representan en su hostilidad latente. El otro. Quien es ese otro. El espejo donde ele

MUNDIAL 78.

Gnomo, era su nombre de compañero, y tambien su apodo en la escuela industrial. Cruzó la avenida Mitre en Villa Domínico y enfiló para el bar, faltaban 10 minutos para la cita, pero él siempre llegaba temprano mientras terminaba de armar "el minuto". Aunque sabia que su rostro no espejaba el amor, pensó en decir que allí esperaba a la chica que habia conocido el fin de semana anterior en el parque Sarmiento. Sí, casi enfrente.Entró. y ese lugar era más razonable para levantar quinela que para esperar una señorita. Piso con la seguridad de la repetición, no era la primera vez que se reunía con compañeros del partido. Eligió una mesa individual, seguramente incomoda para la reunión prevista, pero desde ahí en el centro de ese lugar indefinible se controlaba con la visión la puerta, la avenida, las hojas de ese otoño amarillo y siniestro. Y ese lugar era imposible para un encuentro amoroso... Oteo el lugar, en una mesa grande hecha de tres individuales habia 7 u 8?, parecian ofi

LO QUE DEPENDA DE MÍ...

Lo que dependa de mí* El hombre va por primera vez a atenderse con el medico clínico de cabecera que le corresponde por su obra social. El médico le pregunta por su vida antes de tomarle la presión. Ese hombre que arrastra una mala inserción laboral y se quedo sin el amor de su compañera, intenta relatar pero se angustia y sus palabras se le tragan en la garganta mientras caen lágrimas. El médico lo observa con una mirada que oscila entre la pena y el asombro. "Estas hecho bolsa" -dice con voz bajita. La presión esta ligeramente alta. De pronto. El médico abandona su distancia profesional. Se conecta humanamente y habla desde su propia vida. De como se vive en la argentina, del como uno puede deprimirse si se fija en como son tratados y remunerados los profesionales en otros países. Pero ese hombre -un paciente entre tantos otros que vera en el horario de consultorio- no puede dejar de hablar de la perdida del amor. No puede ver más allá. El medico lo interrumpe. -Yo me

UN ENAMORADO DEL AIRE...

*Ilustración de Freyja freyja_walkyrien@hotmail.com Un enamorado del aire* Al tío Lito. El primer pedido llego hace dos semanas. venía con un explicito pedido de discreción: -No le digas nada a tu madre. Supuse intuitivamente que no solamente su hermana -mi madre- no debía saber nada, sino que tampoco su mujer debía enterarse del encargo. Yo cumplí. Me costo lograrlo, pero lo hice. A la hora de la siesta cuando su mujer esta durmiendo y el tío esta sentado empezando unos mates lo llamé al día siguiente. -¿puedo hablar? -Dale, no hay moros en la costa. -Se dice: "Zhao Shang Jao" -¿como se escribe? Lo deletreo. El tío toma nota. lo imagino escribiendo en un papel pequeño, doblándolo y escondiéndolo en el bolsillo adentro del documento. Pasó una semana y llegó el segundo pedido. Este era más complejo, más difícil de conseguir la traducción. -Dale sobrino, nunca te pido nada. -Mañana te llamó. Para cumplir tuve que generar un arduo debate entre los chinos del mercadito que e