*Grabado de Wenceslaus Hollar.         -A Paula Novoa-         Sus padres dibujaban huellas de camello por el parque.   A los 8 años ella siguió las huellas sin temor al desencanto.     Eran verdaderas.     El Papá visitó a su amigo del circo.   Como no tenían camellos prestó al elefante.