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Mostrando entradas de julio, 2008

EN LA BOCA DEL COCODRILO...

Un palito en la boca del cocodrilo. Es lo que me dicen. Me dicen que lo dijo lacan. El cocodrilo es la madre. Los hijos. -Mis hijos y los hijos de cada cual- est谩n en sus bocas. El palito es el padre. No queda claro si es su voz, su presencia, su diferencia, el l铆mite sutil o no que hace que la madre no se trague a los hijos en su puro mundo-vientre. A veces me duelen un poco los colmillos de mi ex-mujer -son muy filosos- En la espalda que por momentos se tuerce un poco. O en el pecho que no tiene heridas definitivas. Pero por ahora aguanto.

DEL PALPITAR EN LA BRISA AQUELLA HISTORIA...

Estaci贸n Salto Grande. Uno nunca sabe cuando est谩 tomando el tren equivocado. La frase suena abstracta y compleja. Como la ajenidad, el extraviarse tiene un sentido m谩s amplio que tomar otro tren. Tomar el tren equivocado. Una met谩fora apenas de equivocar el camino en la vida. Dar el paso claramente irreversible e irse al lugar del cual no puede volverse. La nostalgia aparece entonces mordiendo el horizonte como la noche a los restos de luz que se obstinan en marcar amarillos, naranjas y lilas en esas nubes que viajan ahora mismo -como islas solitarias- a alg煤n destino desconocido que esta m谩s al oeste. M谩s lejos de lo que puede verse. Entonces uno amaga volver a alg煤n lugar imposible. Se pregunta d贸nde se abrieron las vidas como v铆as despu茅s de un punto de cruce y ahora no hacen m谩s que alejarse. Y se desea volver a un lugar idealizado donde -quiz谩- nunca se estuvo de veras. Estaci贸n Totoras. Me veo en Temperley. A煤n no tome el tren. En la tarde, al sol todav铆a tibio se cruzan pr

REPARAR AL MUNDO...

DEL REPARAR AL MUNDO* En los 煤ltimos dos a帽os ha visto mucho cine viajando. Pedazos, en realidad de pel铆culas, im谩genes sueltas. Ese hombre sabe que es un hombre sacudido y estallado en pedazos. Un hombre que va y viene, y que ese d铆a esta apenas anestesiado por el dolor. Sale de pensar con la vista puesta en el paisaje l谩bil que le brinda laventanilla y ve a Richard Gere en el personaje de un profesor de religi贸n escribiendo en un pizarr贸n "Tikkun Olam", explicando que quiere decir"reparar al mundo". Cuando el hombre consigue encontrar su anotador la pel铆cula ha avanzado, como el micro, y como todas las cosas entregadas a su propia velocidad, ha avanzado. S贸lo logra anotar dos frases aisladas m谩s, bastante poco para una pel铆cula de m谩s de hora y media: "Amar las cosas de nuevo". "Reunir fragmentos". C贸mo se logra eso? -se pregunta. ¿C贸mo se hace para reunir esos pedazos en los que su vida trascurre estallada? ¿Como se hace para amar las cosas

TODO PASA Y TODO QUEDA...

1 Desde el primer d铆a / supe que te amaba con mi alma enamorada como un vagabundo / no me da respiro. Porque nunca nunca ser谩s mio Y no me importa nada / por que no quiero nada ...y aprender como duele el alma como un adios. Porque tengo el coraz贸n valiente. prefiero amarte despu茅s de verte. Mi hija tiene 7 a帽os. Y acaba de cantarme su versi贸n de la novela que protagonizan Natalia Oreiro y Facundo Arana. Al rato vuelve y me cuenta sobre el anticipo del nuevo cap铆tulo del lunes con el cual bombardean a cualquier hora. Me dice que Martin y la Monita se van a dar el primer beso despu茅s de huir sobre un caballo blanco. Con las novelas y la televisi贸n tengo una larga polemica, como Padre no logro evitar que mis hijos pasen demasiadas horas delante de un televisor incluso con mi compa帽ia, quejosa pero compa帽ia al fin. Preferible, trato de consolarme, a la soledad delante del monstruo devorador de espacio y tiempo. Trato de mantener un espacio propio de comunicaci贸n con pretexto de los pr

DON OSVALDO BAYER...

DON OSVALDO BAYER Ciudadano Ilustre de Santa Fe* -Abril del 2006- Menos mal que Margarita me aviso. Lo cierto es que estoy en Santa Fe y a dos cuadras justas del Edificio Municipal donde estaba Don Osvaldo Bayer ya distinguido y hablando para la prensa. Llegue con los anteojos colgando y vestido de entrecasa. Pregunto. -Segundo piso- me dicen , vuelvo a preguntar y me abren una puerta, y otra m谩s, y all铆 esta, sentado en la sala de reuniones rodeado de c谩maras y grabadores. Un se帽or grandote de cara ancha y bigotes me pregunta con la expresi贸n de su rostro: ¿que desea se帽or?. "De Inventiva Social" -respond铆 y quedo bastante conforme con la respuesta. Me ubico en una segunda fila de pie y empiezo a garabatear el anotador con mi letra inentendible. Osvaldo hablando de su t铆a Griselda que a los 100 a帽os dec铆a que ten铆a 87. Y tambi茅n de ese campo donde de ni帽o pasaba tres meses andando a caballo, ¿era de la t铆a Griselda?, no entend铆, y lamento no haber hecho un curso de taquigraf

CONTEXTOS ENCONTRADOS...

*Foto de Florencia Soler Abbate. florencia_soler_77@hotmail.com El hombre entra a la exposici贸n de la escuela de arte escuchando su mon贸logo interno, ese acompa帽amiento en silencio al que ya esta acostumbrado como en matrimonio de viejos. Ese llevarse a uno mismo con palabras que no tienen voz ni luz, que circulan en algun lugar impreciso de su cabeza. Palabras que no salen pero que se plasman en emociones, en piel de gallina, en palpitaciones inexplicables, en sensaciones que aparecen siempre fuera de contexto. Fuera de lo que le resulta posible verbalizar y explicar a otros. Incluso a s铆 mismo. El mundo es tan proyectivo. -se dice. Tan de poner afuera y ver s贸lo lo que el mundo interno nos permite ver. -insiste mientras se mueve algo ajeno al desarrollo del evento. Lo invitan a ver trabajos. Quiza a elegir uno para dedicarle algunas palabras. Se detiene ante una foto, la elige inmediatamente. La chica de la imagen esta tendida sobre un suelo de baldosas oscuras. Su blanca piel de b

A GOTAS...

Su cuerpo era tan de nube blanca que mis manos se hundieron al cielo * Le prometio fidelidad. Y fue fiel al maltrato por muchos a帽os... * "Era solo un juego" (Nunca se perdona que descubras un juego inconsciente). * Amurallada al sentir. Apenas con una hendija para ver el afuera. Distante y cercana a la vez. As铆 era y as铆 es. * Ella borda gotas como voces las hace r铆o, les devuelve un sentido.

ESTACI脫N NUMANCIA...

Por la ranura de la memoria* -Escrito del a帽o 2003- En estos d铆as me la he pasado echando monedas por la ranura de la memoria. Esperaba escuchar el sonido del tocar fondo. Pero no, abismo sin fin, no concluyen ni las im谩genes de la ca铆da ni el silbido del aire desplazado, que cosquillea la piel del tiempo. El detonante puede haber sido la pregunta de mi hija, que se acerca a los 5 a帽os y que desde los 3 no tiene al pap谩 viviendo en la misma casa: ¿Pap谩, vos estabas cuando yo era bebe? All铆 esta la memoria cortada en pedacitos, colch贸n de espuma y nube, sonidos sin voz. O puede haber sido esa foto, ca铆da, arrugada y h煤meda que encontr茅 detr谩s del escritorio en la casa de los chicos. Estoy en una baranda de troncos casi saliendo de la foto, un perfil leve, viendo un lago quieto, espejo de monta帽as que descienden en colores de d铆a nublado. Es el sur, la foto la tomo mi amigo Rub茅n, hab铆amos terminado una obra y nuestra sociedad laboral, y nos fuimos de viaje al sur, creo que la fot

DEL DERRIBAR MOLINOS CUAL SI GIGANTES FUESEN...

Los restos del juego* -Escrito del a帽o 2003- Quedaron los restos del juego, el secador y el cepillo que son caballos. Paula gusta recorrer el patio montada, para ella los jinetes a los 4 a帽os gritan hijaaa...!! Y corren m谩s en cualquier batalla. Franco parece el director de la peli, all谩 van las armas..., ac谩 hay que desenterrar a los orcos, y all谩 el metal, y faltan los 谩rboles. Mezcladito esta una fortificaci贸n hecha de lo permanente y de cosas del d铆a: La mesa de madera dura que hicimos con el viejo m谩s de una d茅cada atr谩s, sus usos m煤ltiples a pesar de la lluvia y la intemperie. Pegadita la muralla del castillo de Rohan, algunos meses atr谩s fue clavada sin golpes en los dedos por mi hijo, no se sab铆a para que fin pod铆a servir, su destino fue ser parte de cualquier utiler铆a y construcci贸n imaginaria adentro del juego, tambi茅n quedar al d铆a siguiente de la visita para que el padre reconstruya esas horas mientras acomoda las partes expuestas al tropiezo o la bronca de la abuela. S

TANTA HUELLA SUELTA AL VIENTO...

El hombre a帽ora. Extra帽a. Intuye que ya nada ser谩 lo mismo. No es por un objeto en s铆 mismo, sino por esa oculta se帽al que a veces en la vida es previa a que se desencadenen hechos imprevisibles. Por un momento, piensa si esto puede solucionarse con dinero. -Compro otra y listo. Quiere convencerse de que es posible, que nada va a cambiar. Que todo seguir谩 siendo como fue hasta la 煤ltima vez. Ella llegando a 煤ltima hora, cuando la recepcionista ya se hab铆a retirado. Puede ver ahora mismo la imagen: esa desesperaci贸n que hace que se toquen y se quiten solo lo esencial de la ropa y se revuelquen en la alfombra hasta penetrarse y acabar furiosamente, dichosamente al mismo tiempo. Ese orgasmo es un lujo. –se dice. Ni con su mujer, ni con otras amantes puede lograr eso. Celia y 茅l sobre la alfombra. Literalmente vuelan por el aire. Esta alfombra es m谩gica –dice ella cada vez que tiene ocasi贸n. Pensar que era regalo de casamiento de mi suegra que la compro en una feria de El Cairo, si supiera

脥NTEGROS Y SIMULADORES...

De 铆ntegros y simuladores* Esto que voy a contarles pas贸 el domingo 28 de octubre del 2007. El amigo me dijo por tel茅fono que estaba en la casa de sus padres - a dos cuadras de casa- y que pasaba en un rato a devolver el andador y el tr铆pode que eran de mi viejo. Su padre los utiliz贸 durante los meses que llev贸 la rehabilitaci贸n de su pierna quebrada. Al amigo lo conozco hace 43 a帽os. Cuando lleg贸 directamente de un pueblito de Pontevedra al barrio y a la escuela del barrio. Tengo su imagen de ni帽o y el debe guardar la m铆a. Nuestras madres se encontraban en la esquina, nos cruzaban la calle y nos ve铆an hacer la cuadra que faltaba hasta la escuela 6. Y aunque nos vemos dos o tres veces al a帽o. El amigo ha estado siempre. Y yo, como pude, tambi茅n. Toc贸 el timbre. Baj贸 las cosas del auto. Me dijo que no quer铆a entrar. Nos quedamos en la puerta de casa. Vi su rostro desencajado. Me anim茅 a preguntarle "c贸mo est谩n tus padres". El gallego -como lo llamamos en casa- se qued贸 un mome

JUEGO AL ABISMO, PAP脕...

Del a帽o 2003 Cada vez que me encuentro en una encrucijada, en una esquina de silencio ante la escritura, busco el rumbo perdido en p谩rrafos de La hora sin sombra. Estoy en el cap铆tulo 35, leyendo una cita de Cioran "las palabras son gotas de silencio a trav茅s del silencio". Osvaldo esta despidiendo a su padre y es el final de la novela: "...s贸lo damos el paso decisivo hacia nosotros mismos cuando ya no tenemos origen. A esta altura es tan dif铆cil comprender el sentido de una vida como buscarle un significado a Dios. Sin padres, sin infancia, sin pasado alguno no nos queda otra posibilidad que afrontar lo que somos, el relato que llevamos para siempre ". Fue en agosto. Veo a mi hija, esta a menos de un mes de cumplir cinco a帽itos, esta sentada bien al borde de la mesa de comedor diario en la cocina, se desliza recorriendo los bordes. Yo trato de hacer algo en la mesada, lavar un par de platos, unos cubiertos, solo para distraer la angustia. Mi no saber aceptar el p

BORRADOR DE BORRADORES...

Borrador de borradores* -2006- La vida de un hombre es un miserable borrador, un pu帽adito de tristezas que cabe en unas cuantas l铆neas. Pero a veces, as铆 como hay a帽os enteros de una larga y espesa oscuridad, un minuto de la vida de un hombre es una luz deslumbrante. Haroldo Conti. De "Perfumada Noche". Para leer el cuento ir a http://www.abanico.edu.ar/2006/02/conti.perfumada.htm Me doy cuenta que mis cuadernos son una desordenada bit谩cora de mi vida. Cuadernos -como este que veo agotarse ahora, 80 hojas rayadas, tapa a dos tonos de verde, cuaderno barato- se apilan sobre los estantes, duermen un sue帽o incierto, una latencia, esperan como la esperanza m谩s oculta y negada una nueva oportunidad. Alguna fisura en la realidad adversa. Este cuaderno sobrevuela con frases, im谩genes e ideas el tiempo de los 煤ltimos 3 贸 4 meses. Pienso, mientras tecleo, que seria lindo al menos hacer un borrador del borrador que se esta por cerrar ante la experiencia de otros que ahora puedo ver c

DONNA E MOTORI: ALLEGRIA E DOLORE...

Los vengadores* -Escrito del a帽o 2003- La venganza es quedarse a cualquier precio, hundido all铆, a pesar de todo. Y el perd贸n, no es quedarse sino irse. Irse a tiempo me digo, mientras me voy a caminar sin rumbo por las calles de Lomas de Zamora. Siempre pienso en ese raro instante, el azar de cruzarse con otra persona en el aire agitado, casi pisando las mismas baldosas. Que cosa querer quedarse fijo en un v铆nculo cuando las cosas y el universo entero se acercan o se alejan. Apenas coinciden las infinitas l铆neas de fuga en la intersecci贸n virtual de un punto para luego volver a abrirse y no encontrarse nunca m谩s. Estoy en una sociedad que escribe profec铆as en la silueta de sus mujeres. Las veo llegar con la cadera cortando el aire. Las veo irse como un girasol que ve partir al sol en cada atardecer. Pero vi unos ojos que abrieron ventanas del recuerdo. Me acorde de ella como uno se acuerda del amor imposible, inalcanzable. Record茅 y me sonroje solo, al recordar erecciones de los 13 a帽

ELLOS Y EL UNIVERSO...

Madrugada a la hora de la ciudad cubierta en frazadas. Ellos se abrazan en el umbral con sus pies en la vereda. A sus espaldas -ya pasado inmediato- hay un pasillo, una casa y una cama donde todav铆a est谩n tibias las sabanas. El aire fr铆o corta los rostros. El espera un taxi. Ella espera verlo partir muchas horas, d铆as, kil贸metros. Es la hora justa para dormir abrazados de piel a piel, y ellos siguen su uni贸n cubiertos con camperas. La calle es tierra del viento. Como un trotamundos, una caja de cart贸n rueda en la calle. M谩s lejos, un hombre de espaldas trabaja empujando por el cord贸n con su cepillo de acero los restos del d铆a anterior. Un perro lo sigue. Se acompa帽an en su mutua soledad. La melancol铆a es una hada antigua que habita en cada cual y aqu铆 sobrevuela, casi visible en el aire. Llega el taxi, rompen el abrazo, se dan un beso. - cu铆date, -se dicen casi en espejo. El se sube. Cierra la puerta vi茅ndola a ella que lo mira. Y en ese instante suspendido son ellos dos y el un

¡HOLA SUSANA!

1.De Jaulas y peceras* Hay mediooo mill贸on de pesoooss, Pregona Susana Gim茅nez que ya esta en su temporada de cosecha anual. Esta discando, hay gente que espera el resultado de su loter铆a televisiva. ¿La casa es honesta? Le deber铆an preguntar como a Humphrey en Casablanca. Pero no, parece que no tiene sentido cuestionar a la TV, ni a sus "productos". Quisiera escribir. Pero no, no me sale. Debe ser esa angustia antigua que no se relaciona bien con el mundo que resuelve afuera, -en otro lado- las cosas con cultura de inmediatez. ¿Es m谩s terrible ver la televisi贸n 贸 caminar viendo las im谩genes del barrio en el que vivo? Ver, por ejemplo, a los viejos sentados del otro lado de las rejas, toman fresco enrejados. Del otro lado de la reja se muri贸 d铆as atr谩s un viejo gallego que en sus a帽os de hombre fuerte hacia la quinta en el terreno de al lado, antes de que fuera una casa, cuando hab铆a un alambrado de mi casa a la quinta. All铆 estaba, cerrado y sin ayuda, muriendo solito, s

LA ESPERANZA ES LO 脷LTIMO QUE SE PIERDE...

Estaci贸n Marcelo Tinelli El hombre se despert贸 temprano como en todos los d铆as h谩biles. Se abriga ante el previsible fr铆o de la calle. Son 5 cuadras hasta el bar donde toma el caf茅 con leche con dos medialunas de manteca. Sus certezas llegan hasta el saber que cruzara la plaza haciendo crujir las hojas secas de pl谩tano que tapizan la vereda y que ingresar谩 a la estaci贸n de trenes para enfrentar lo imprevisible de cada viaje hacia su jornada laboral. Hace la escala para desayunar. Entra y se sienta en su lugar habitual. A la izquierda el ventanal que da a la calle 25 de Mayo, Mira y lo encandila el reflejo de un sol amanecido en los autos y colectivos. Enfrente y arriba de la heladera, se ve el televisor de 29 pulgadas perennemente prendido en las 18 horas diarias de apertura del bar. En las ma帽anas esta sintonizado en cr贸nica TV. El hombre observa que todav铆a no llegaron los viejos parroquianos del bar. Jubilados que pasan al menos 10 horas all铆, y polemizan, y hablan de sucesos remoto

EN LA VOZ DEL LE脫N...

El hombre esta igual. Como antes del tiempo. La misma voz. La misma fuerza con la que parece dejar la vida entera en cada frase. 1988. Tengo su imagen en el seminario que curse en la carrera de sociolog铆a. Temblaba, temblaba y fumaba sin parar, y su voz hac铆a ecos tremendos en el aula. El silencio con el que recorr铆an el aire sus palabras era impresionante, a tal punto que el ruido del transito que sub铆a desde la calle Marcelo T. de Alvear hab铆a sido borrado en mis o铆dos. Temblaba e imagino desde mi propio temblor lo que se desata al hablar del terror, de los efectos del terror en la subjetividad. Pero el tiempo ha pasado. Para todos y tambi茅n para m铆. Mientras lo escucho me doy cuenta que me cuesta seguirlo en su an谩lisis a pesar de haber le铆do varios de sus libros. El tiempo es impiadoso en alg煤n sentido. Siempre deja testimonios. Recorro los estantes de pino donde se mezclan libros y cuadernos, dibujos de mis chicos, juguetes, y hasta ramas secas de parra que son una escultura en

EL LLANERO SOLITARIO...

EL LLANERO SOLITARIO* -Del a帽o 2003- Al t铆o Piruco. Quiz谩 sea por ese pasaje imperceptible que dan las estaciones, en este d铆a, un 21 de junio donde el calendario impone que ya no es oto帽o. O es, s贸lo una peque帽a brecha de memoria en el olvido que quedo de las estaciones, umbrales difusos de paso lento e irreversible como ese desvestirse hoja a hoja de los 谩rboles, en su espera latente para crecer fuerte de primavera. Veo en el cielo un mar fr铆o, cerrado, y me pregunto a donde va a parar tanta gota evaporada en l谩grimas, ausencias esperando un ciclo para llover y renacer sobre las cosas y la gente, record谩ndoles que est谩n vivos. Nada m谩s fuerte que una lluvia fr铆a en el rostro de cara al cielo para abrir fisuras de recuerdos. El invierno, ese gran olvido superficial, m谩scara l谩bil de los cambios por venir. O lo antiguo retornando en la mascara de nuevos rostros y brotes verdes. Grandes preguntas en un pasaje imperceptible donde muchos ya no est谩n. Hoy me acorde de aquel invierno donde

POR UN PU脩O DE PIEDRA...

"un hecho infortunado, que podr铆a haberle ocurrido a cualquiera" A Carlos Marriera Esta mi madre afectada casi como si fuera un hijo suyo, "De Lules como Palito Ortega pero este chico no vino a cantar sino a morir por un est煤pido acto". Por un est煤pido acto me repito. Y es lo que siento. Un est煤pido acto que no deb铆a desatar una muerte por m谩s "accidental" que quiera verse con esa falta absoluta de culpa que tienen los pol铆ticos de hoy y de siempre. Casi como si fueran los "da帽os colaterales" de una guerra, donde las muertes son casi invisibles. Un minuto de silencio. Y que siga la funci贸n. El teatro pol铆tico. Los pol铆ticos y su neurosis de acci贸n. No pueden dejar de representar su papel y su libreto, por algo menor. Una muerte. Ver: http://www.lagaceta.com.ar/nota/277210/Argentina/Le_ofrecieron_$_200_viajo_hacia_fatalidad.html

BUSH. EL ROSTRO DE LA MUERTE.

Leo el diario en la mesa de un antiguo bar. En una nota que trata sobre or铆genes del Halloween cuentan que los celtas llamaban "Samhain" a su Dios de la muerte. La moza esta sentada a pocos metros de un televisor, da la espalda a un gran vac铆o humano de sillas, mesas de caf茅 y billares. Por un momento me sent铆 en un sue帽o en el que era el 煤nico que estaba all铆 para percibir esas extra帽as sensaciones. Ecos apenas de esas creencias que serian casi toda la riqueza posible de trasmitir en herencia por aquella cultura 3000 a帽os atr谩s. Esa fisura del a帽o, un tiempo de muerte y cosechas, donde los muertos regresaban a visitar sus hogares terrenales. Navegando cielos como agua. Ahog谩ndose en el aire. Perdidos en un umbral l谩bil entre la vida y la muerte. En esto pensaba cuando el noticiero me mostr贸 su rostro que tambi茅n podr铆a ser humano, gesticulando palabras con su boca, que yo -en mi pesadilla- traduc铆a en: ¿SWEET OR TRICK? ¿TRICK OR WAR?

GRAN HERMANO - PEQUE脩O H脕MSTER...

Programa de la tarde. Rubro: "Cr贸nicas del espect谩culo y anexos". El actor entrevistado se llama Luis y ha sido sorprendido por la pregunta. Su rostro ha quedado congelado y los segundos de la c谩mara en su rostro parecen siglos. Una de las chicas entrevistadoras -de aquellas que nunca dejan de sonreir- agrega para dar tiempo al hombre sorprendido e inc贸modo por la pregunta: ¡Es un fen贸meno que ven 2 millones y medio de personas! La respuesta cayo como un vaso de agua en el rostro, borrandole por instantes esa sonrisa perenne de conductora t铆pica de programa de T.V. no conflictivo, pasatista. "Hay que estar muy mal para ver eso" respondi贸 el hombre, un actor de mediana edad, que en realidad estaba dispuesto a hablar de la obra de teatro que protagoniza y de la relaci贸n con Rosario su ciudad natal. "Gran hermano midi贸 27 puntos de rating" empez贸 a decir la otra entrevistadora tambi茅n sonriente, sin dar tiempo casi a escuchar alg煤n silencio inapropiado p

DE MISTER ED A MISTER BUSH...

Uno nunca deja de actualizar recuerdos imborrables, que a veces llevan la marca de alg煤n padecimiento antiguo. Estoy delante del televisor, viendo en el noticiero a George W. Bush subiendo a un tanque Abrams en la f谩brica de Ohio, para pronunciar desde all铆 un discurso. Un operario con casco lo sostiene en su mano derecha y la postura simiesca inclinada por el ascenso genera una imagen del salto temporal desde el hom铆nido ascendiendo al 谩rbol para preservar su vida a este ascenso de un Jerarca del imperio a una m谩quina de dar muerte. Escucho la voz de Bush con traducci贸n simultanea: "No deben quedar dudas de que nuestra causa es justa"....., "estamos del lado de la libertad", ....."Hay una certeza: Saddam no amenaza m谩s a Estados Unidos con las armas de destrucci贸n masiva" . Una puntada atraviesa mi oido derecho e inmediatamente quito el sonido y me quedo en silencio viendo a Bush moviendo los labios, gesticulando y se帽alando con su indice al foco de