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Mostrando entradas de junio, 2011

MUNDIAL 78

Bajó del tren en Villa Domínico. Caminó unas cuadras bordeando el parque. Cruzó la avenida Mitre y enfiló para el bar, faltaban 10 minutos para la cita, pero él siempre llegaba temprano mientras terminaba de armar "el minuto". Aunque sabía que su rostro no espejaba el amor, pensó en decir que esperaba a la chica que había conocido el fin de semana anterior en el parque. Sí, casi enfrente. Entró. Ese lugar era más razonable para levantar quiniela clandestina que para esperar una señorita. Piso con la seguridad de la repetición, no era la primera vez que se reunía con compañeros del partido. Eligió una mesa individual, seguramente incomoda para la reunión prevista, pero desde ahí en el centro de ese lugar indefinible se controlaba con la visión la puerta, la avenida, las hojas de ese otoño amarillo casi siniestro. Ese lugar era imposible para un encuentro amoroso... Oteo el lugar, en una mesa grande hecha de tres individuales estaban 8 tipos. Parecían oficinistas. Divertidos,

ESTACIÓN CORBETT.

*Por Eduardo Francisco Coiro. inventivasocial@hotmail.com De pronto me había inventado un oficio, es probable que mi ocurrencia fuese algo común. Pero preferí imaginarme fundando una praxis, la antropología de las subjetividades ó dicho de otro modo de la persona y su obra. La vida, o un encuentro casual con su prima Sofía, me permitió acceder al fantástico mundo del arquitecto Jerome Ricardo Klepka. Sofía es la hija Slawek Klepka, el inventor al que conocí durante una internación de mi padre. Fue un encuentro casual en el tren, ella que subió en Aldo Bonzi y se sentó justo enfrente mío. Tardamos unos momentos, la circunstancia había sido dolorosa y pasaron muchos años. Ella, antes de bajar en Libertad, dejó la idea: "Quiero que escribas de mi primo Jerome y su obra". A los pocos días fui a visitarla, tomé un te rojo con miel y pase mucho tiempo observando el museo casero que Sofía tiene sobre las invenciones de su padre Slawek. Ella no me dijo demasiado de su primo, era e

EL MISTERIO DE LA ALFOMBRA

1* En un diario matutino, apareció una noticia sorprendente. Se busca alfombra perdida. Su nombre: mágica. Al que pueda encontrarla será gratificado con una valiosa recompensa. Remitir información a esta dirección, ciudad de las diagonales calle del silencio entre los tilos y las jacarandas. Mantener máxima discreción. Intrigada por el aviso me puse a investigar de inmediato. Llame por teléfono a la persona que había realizado la solicitud y me dio detalles de su objeto perdido y/o robado. Con voz deformada para que no la reconociera me dijo que esa moqueta había sido su testigo durante tantos años de pasión jugando a las escondidas. Entre llamadas en clave y mensajitos de texto, ella la alfombra había sostenido sus ardientes encuentros con su don Juan. Era suave, no muy limpia pero si mullida, por lo cual las escenas de amor se desarrollaban con gran habilidad y maestría. Luego agregó casi llorando, que de no encontrar su tan codiciado fetiche, tendría que ir a visitar a un traumatólo