
De estatua a mariposa*
Fue ayer cuando estaba en la cola del banco. Larga cola para cobrar la pensión de mi madre y otra igual de larga para pagar un impuesto.
Justo atrás mio estaba una señora joven con una nena de unos dos o tres años, la nena le pide de ir al baño, -ya fuiste recien, Laurita.. -dice la madre. Al rato un olor inconfundible la delata mientras va y viene en un carretel de jugar a cerca o lejos con su madre.
-Chancha, te hiciste caca ¡¡¡¡
-Viene el perro y te come la cola...¡¡¡¡.
Para ese entonces el único interes para la larga fila de personas de diferentes historias y mundos eran madre e hija, la madre con comentarios ocurrentes, casi diria asombrosos o siniestros.
la nena una negrita de ojos grandes y saltones, se saca las ojotas y comienza a caminar con los pies desnudos en el piso reluciente del banco provincia.
La madre: -lauri, ponete las ojotas. (sin resultado)
-Viene el viento y te come los pies..¡¡¡¡¡.
Cierto que fue una pequeña brisa, pero de los pies ausentes crecieron alas para seguir jugando en el aire.
Pensé, que mejor homenaje para Julio Cortázar, que contar estas cosas mágicas de la vida misma.
*De Eduardo Francisco Coiro
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