INVENTIVA SOCIAL*
Al Lic. Eduardo Francisco Coiro
La sociedad va a reinventarse a sí misma
en la persona y corazón de una niña
de doce o catorce años
al final de un invierno y de una guerra;
va a inventarse otra vez
hombre por hombre
sin miedos entre el hombre y la víbora
entre la araña y el hombre
entre hombre y tiburón
entre el hombre y su vecino
la plantita venenosa arrancada de raíz
y la rosa sin precio en florería
Mujer por mujer
tiene que reinventarse
en la persona o corazón de un niño
al final de un tornado terrible
donde ya casi nada estaba en pie
Y cada uno nacerá de todas las muertes
menos los peores asesinos
Y cada uno habrá aprendido a amar
desde tanto dolor acumulado.
Cada grano de arena será bello
y se enamorará de la luna
y será para siempre correspondido.
y volverán
a reinventarse el silencio
y la risa
la pelota de fútbol sin dueño
el bastidor para bordar las flores
la bicicleta con luces y timbre
la cocinita para hacer postres en cumpleaños
el lápiz para aprender a no tachar
un país sin bandera ni fronteras
un planeta sin bancos de usura
una mesa redonda y un pan
un aire transparente para verse los ojos
y que sea imposible mentir u odiar
Nunca más plazas de toros
nunca más gallos de humana riña
nunca más caza deportiva
polígonos de tiro,
motines trágicos,
panoplias monederos y cadenas
La humanidad que muere para sembrarse
renacerá en sociales inventivas
donde no tenga su interregno el miedo,
donde ya nadie más secuestre niños
asesine a su novia o esposa
la sociedad donde ganan los malos
que se quede con lo que destruyó;
el mundo en su aritmética de guerras
que se muerda su cola de dragón
Que renazcan el niño que no pudo ser niño
la enamorada que no pudo dar a luz
el poeta fusilado por la espalda
Que no vuelvan dineros ni relojes
ni látigos ni bombas de terror
La humanidad que había en tantos versos
y tantas veces cayó pisoteada
que vuelva a ser lo que no pudo ser hasta hoy.
*de Rubén Vedovaldi. RubenVedovaldi@netcoop.com.ar
Al Lic. Eduardo Francisco Coiro
La sociedad va a reinventarse a sí misma
en la persona y corazón de una niña
de doce o catorce años
al final de un invierno y de una guerra;
va a inventarse otra vez
hombre por hombre
sin miedos entre el hombre y la víbora
entre la araña y el hombre
entre hombre y tiburón
entre el hombre y su vecino
la plantita venenosa arrancada de raíz
y la rosa sin precio en florería
Mujer por mujer
tiene que reinventarse
en la persona o corazón de un niño
al final de un tornado terrible
donde ya casi nada estaba en pie
Y cada uno nacerá de todas las muertes
menos los peores asesinos
Y cada uno habrá aprendido a amar
desde tanto dolor acumulado.
Cada grano de arena será bello
y se enamorará de la luna
y será para siempre correspondido.
y volverán
a reinventarse el silencio
y la risa
la pelota de fútbol sin dueño
el bastidor para bordar las flores
la bicicleta con luces y timbre
la cocinita para hacer postres en cumpleaños
el lápiz para aprender a no tachar
un país sin bandera ni fronteras
un planeta sin bancos de usura
una mesa redonda y un pan
un aire transparente para verse los ojos
y que sea imposible mentir u odiar
Nunca más plazas de toros
nunca más gallos de humana riña
nunca más caza deportiva
polígonos de tiro,
motines trágicos,
panoplias monederos y cadenas
La humanidad que muere para sembrarse
renacerá en sociales inventivas
donde no tenga su interregno el miedo,
donde ya nadie más secuestre niños
asesine a su novia o esposa
la sociedad donde ganan los malos
que se quede con lo que destruyó;
el mundo en su aritmética de guerras
que se muerda su cola de dragón
Que renazcan el niño que no pudo ser niño
la enamorada que no pudo dar a luz
el poeta fusilado por la espalda
Que no vuelvan dineros ni relojes
ni látigos ni bombas de terror
La humanidad que había en tantos versos
y tantas veces cayó pisoteada
que vuelva a ser lo que no pudo ser hasta hoy.
*de Rubén Vedovaldi. RubenVedovaldi@netcoop.com.ar
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