El hombre va a abrir su taller en un despertar de trinos y celeste infinito, apenas un candado y se abre la doble puerta galponera por la que puede pasar un camión, a la derecha un pequeño escritorio, algunas piezas dejan manchas de grasa entre croquis y papeles. El dice que lo importante está en los fierros, los metales que desatan el movimiento y la combustión para salir y rodar por las heridas del mundo pero al menos en la libertad de las rutas. -Esto es apenas un desorden ordenado. Una lampara extensible como las que usan los dibujantes, tecnicos mecanicos como él, es la única luz si él día es grisoscuro, pero hoy, la ventana es un resplandor que corta todo el enorme espacio de maquinas y herramientas y pedazos de coches y coches a punto de terminarse. Todas las mañanas le hecha un vistazo al afiche, es casi una ceremonia verlo y hacer en silencio algunas breves reflexiones, como quien hace una oración antes de partir a la lucha cotidiana por la subsistencia. Siempre lo lee comple...