Llueve, y  llueve fuerte. Afuera de la ventanilla el horizonte esta velado por una cortina  de agua.    Nos queda  intentar arreglar las cosas desde la literatura piensa el  hombre.    El arquitecto  Ricardo Klepta acaba de ver a Irene entrando al vagón. Le hace señas para que se  siente al lado de él. Irene que tarda en reaccionar, pasaron casi 20 años. El  pasado es otra persona, otro mundo al que ya no pertenecemos, y eso incluye a  las personas que quedaron allí apresadas en esas capsulas  congeladas.        Pero el  saludo es emotivo, abrazo, besos. Esa sensación de vértigo que da el no ver al  otro en décadas.        ¿Cómo me  reconociste? –Pregunta Irene.        -Sos vos,  igualita antes del tiempo, solo te falta el cigarrillo en los labios y el humo  dejando fantasmas.        -Me  prohibieron el cigarrillo, pero yo fumo a escondidas, es un ritual personal y no  voy a renunciar mientras el cuerpo me lleve hasta un kiosco y pueda comprar los  cigarrillos por mi misma.        Ric...