De pronto me había inventado un oficio (es probable que mi ocurrencia fuese algo común). Pero preferí imaginarme fundando una praxis, la antropología de las subjetividades ó dicho de modo sencillo de una persona y su obra. La vida me permitió acceder al fantástico mundo del arquitecto Jerome Ricardo Klepka. Antes de partir a Corbett, su gran obra, había recibido de su amiga Irene una caja con planos, dibujos de esculturas y cuadernos donde Jerome anotaba frases o explicaba el significado de sus obras. Mientras viajaba en el tren me daba cuenta que el arquitecto Klepka tenia lúdica creatividad: se permitió colocar 109 de sus esculturas "Como los 109 trofeos que debía cazar un Maharajá". En su cuaderno explicaba: “esta es una cacería de recuerdos propios a los que debo darles una materialidad”. El hotel se llama "Edward James Corbett Resort" y queda a metros de la estación de tren. Es un hotel de tres estrellas con baño privado y cuesta 13...