-1- VOLVER Tanto pensar “cómo quisiera que mi viejo estuviera aquí, aunque sea por unas horas”, que justo ese día mi Padre volvió. Era el día en que cumplía sus años cuando lo vi doblar desde la esquina con su bastón artesanal, el mismo que armo con sus propias manos con un mango de paraguas y una caña a la que le dio terminación con un regatón de goma. Me vio desde su paso lento cosechando las nueces altas con un largo palo armado para la ocasión. Cosechar las nueces del año en el día del cumpleaños de mi padre es una ceremonia que mantengo con mis hijos. Esta vez, el retorno de mi padre me sorprendió en la puerta de calle con las yemas de los dedos bien manchadas por la tinta que liberan las nueces al separarlas del tegumento verde que las recubre en la planta. Mi Padre estaba feliz en el regreso. Venía de visitar al santuario Della Madonna di Viggiano. Nos dimos el doble beso de mejilla a la usanza italiana. Mezclamos lágrimas y risas. ...