Ir al contenido principal

POSTALES ANTIGUAS





Aquella tarde lejana de domingo escuche a mi madre cantar.

-Tome Don Ceferino../una copa de vinooo.. /por caridad...

-Yo la ví en el cine, -me dijo.

Mi madre estaba mirando en televisión una película de 1949, "Miguitas de Pan". Sonreía como si tuviera los 20 años.


- Y la primera actriz, tuvo que ser reemplazada, por que a mitad de la filmación vino un norteamericano y se la llevo....


Imaginé a la actriz queriendo huir definitivamente de la domesticidad del deseo. Me pareció verla en aquella escena de filmación con Enrique Serrano, donde deben representar el hartazgo al incrustarse en la piel miguitas de pan en la cama conyugal.

Una cierta polvareda anuncia futuros en esa calle de estudio cinematográfico. Como salido de una nube de polvo el jinete con chaqueta de flecos y rulos rubios largos que vuelan la levanta en movimiento y la sienta sobre la montura de un corcel marrón.

En  escena típica de western, un vaquero norteamericano se llevó con la velocidad del rayo a la protagonista de un film argentino.

Ella era Alicia Barrié con su belleza singular. Con sus ojitos rasgados de vasca nacida en Chile. Se van y la historia será sin duda diferente a la prevista. Algo de esa fuerza irresistible que se atribuye al amor, ha cambiado el curso de una historia, y en este caso, desde la vida misma se ha modificado el devenir previsto en un film.

-Cuando concluyó la película mi madre completó la información: -La Alicia Barrié fue reemplazada por su hermana Elsa Del Campillo.

Demás esta decir que en mi imaginación de aquella tarde el norteamericano que se llevo a la actriz no podía ser otro que Joel McCrea actor del Buffalo Bill de 1944.


Comentarios

Entradas populares de este blog

EDICIÓN ENERO 2025

  *Dibujo de Erika Kuhn . https://obraerikakuhn.blogspot.com/                 *   Sobre Final del Juego.  Final del juego (1956)  Julio Cortázar       Metal hexagonal    Cómo olvidar el aire de aquellas tardes  la piel nácar bajo el halo rosado del velo.  El recuerdo fundido a la mica y el feldespato.  Había que verla subir  al talud del ferrocarril.  Venus del Nilo  Piedad  Desengaño  Mi bailarina de Brahms  Princesa oriental.  Enigma de sauce bajo la tarde.  Has sido Amor y Adiós, Leticia.  Todos estos años versaron  sobre la huida / de mis ojos/ hacia un río inmóvil.   *De Adriana Sáliche . salichead@gmail.com * Desde Julio Cortázar hacia mí: Transmigración y ósmosis . -Editorial Municipal Chivilcoy. (2024)             ...

INOCENTES DE ARDOR Y DE SOMBRA.

  *Obra de Noelia Ceballos @noe_ce_arte         *   Podría ser que luego, muy luego, mucho más luego de lo que el temblor recuerde   se den cuenta   de que nosotros, los huérfanos, desarmados, inocentes de ardor y de sombra,   no estábamos equivocados al temblar.   -Poema del libro “Del otro lado de la noche”   *De Valeria Pariso. valeriapariso@outlook.com   - Valeria Pariso . Publicó los libros de poesía: "Cero sobre el nivel del mar" Ediciones AqL (2012), "Paula levanta la persiana" , Ediciones AqL (2013); "Donde termina esta casa" , Ediciones de la Eterna (2015), "Del otro lado de la noche" (2015) Editorial El Mono Armado, "Triza" (2017) Editorial Detodoslosmares, "La trilogía: Uva negra/ Mascarón de proa/ El castillo de Rouen" , Vela al viento Ediciones patagónicas (2018), Segunda edición AqL (2020), Zarmina , Primer Premio del Concurso de Letras, categoría poesía...

VENDRÁN LENTAS PALABRAS

  *Obra de Noelia Ceballos @noe_ce_arte               *   Luego diremos que la muerte es una ciudad más futura que la nuestra.   En medio del humo de los automóviles   y las estaciones ferroviarias,   oímos la cola del río que nace del fondo de sí mismo,   la cabellera del viento cuando azota una palabra en la boca   donde el maíz posa sus perlas.     Se dobla la noche   en la memoria de los heridos   que apagan su alegría.     *De Milagros Losa .                         Los Futuros*     I   Vendrán palabras suaves, llantos como palomas grises, sueños que aletearán como giran los mundos. Vendrán lentas palabras perdidas en la lluvia, remolinos incruentos, bálsamos en el aire. Y ya no habrá dolor, sino ...