Lo que dependa de mí*
El hombre va por primera vez a atenderse con el medico clínico de cabecera que le corresponde por su obra social.
El médico le pregunta por su vida antes de tomarle la presión.
Ese hombre que arrastra una mala inserción laboral y se quedo sin el amor de su compañera, intenta relatar pero se angustia y sus palabras se le tragan en la garganta mientras caen lágrimas.
El médico lo observa con una mirada que oscila entre la pena y el asombro.
"Estas hecho bolsa" -dice con voz bajita.
La presión esta ligeramente alta.
De pronto. El médico abandona su distancia profesional. Se conecta humanamente y habla desde su propia vida. De como se vive en la argentina, del como uno puede deprimirse si se fija en como son tratados y remunerados los profesionales en otros países.
Pero ese hombre -un paciente entre tantos otros que vera en el horario de consultorio- no puede dejar de hablar de la perdida del amor. No puede ver más allá.
El medico lo interrumpe.
-Yo me manejo con una frase. Es como un lema para mi vida.
El hombre se seca las lágrimas, toma aire y espera.
"Lo que dependa de mí" dice el médico.
Palabras más o menos dice que hay cosas que dependen de cada uno y otras que no.
El trabajo es la llave. Lo que sostiene y brinda posibilidades en la vida.
Y el amor de una mujer? -pregunta el hombre.
Ni siquiera el amor de una mujer depende de mí. -Responde el médico con un tono tajante.
El trabajo si depende de mí.
El hombre se va del consultorio con indicaciones de estudios y una nueva enseñanza.
que intentara poner en práctica en su vida.
El hombre va por primera vez a atenderse con el medico clínico de cabecera que le corresponde por su obra social.
El médico le pregunta por su vida antes de tomarle la presión.
Ese hombre que arrastra una mala inserción laboral y se quedo sin el amor de su compañera, intenta relatar pero se angustia y sus palabras se le tragan en la garganta mientras caen lágrimas.
El médico lo observa con una mirada que oscila entre la pena y el asombro.
"Estas hecho bolsa" -dice con voz bajita.
La presión esta ligeramente alta.
De pronto. El médico abandona su distancia profesional. Se conecta humanamente y habla desde su propia vida. De como se vive en la argentina, del como uno puede deprimirse si se fija en como son tratados y remunerados los profesionales en otros países.
Pero ese hombre -un paciente entre tantos otros que vera en el horario de consultorio- no puede dejar de hablar de la perdida del amor. No puede ver más allá.
El medico lo interrumpe.
-Yo me manejo con una frase. Es como un lema para mi vida.
El hombre se seca las lágrimas, toma aire y espera.
"Lo que dependa de mí" dice el médico.
Palabras más o menos dice que hay cosas que dependen de cada uno y otras que no.
El trabajo es la llave. Lo que sostiene y brinda posibilidades en la vida.
Y el amor de una mujer? -pregunta el hombre.
Ni siquiera el amor de una mujer depende de mí. -Responde el médico con un tono tajante.
El trabajo si depende de mí.
El hombre se va del consultorio con indicaciones de estudios y una nueva enseñanza.
que intentara poner en práctica en su vida.
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